Super TC 2000
San Luis. Coronación
EL REY LEÓN
Tras 19 años de no obtener un título, la marca francesa Peugeot se quedó con la corona del STC 2000 de la mano de Néstor "Bebu" Girolami.
Era el gran candidato antes de la 12ª y última fecha de la temporada del Súper TC 2000. Néstor Girolami llegó a la cita en Potrero de los Funes con 24,5 puntos de ventaja con respecto a Leonel Pernía y 27 con Agustín Canapino. De ellos tres salía el nuevo campeón de la especialidad, y dicho privilegio le correspondió al cordobés.
Administrando la diferencia, Bebu evitó entrar en maniobras riesgosas y no opuso resistencia ante el ataque de sus rivales. Por ello no sorprendió que perdiera posiciones en el clasificador. Sabía que tenía un hándicap para utilizar en post del gran objetivo, su primer título en el automovilismo nacional.
Y así “trabajó” las 21 vueltas en el exigente trazado puntano hasta recibir, por fin, la bandera de cuadros que lo convirtió en el nuevo rey del STC 2000. No bien bajó de su Peugeot 408, tras celebrar con su equipo, el de Isla Verde le obsequió el cetro a Falaschi. “Se lo quiero dedicar a Guido quien siempre me acompañó, siempre estuvo a mi lado. Es para él”, dijo el cordobés.
Con el éxito de Girolami, Peugeot volvió a ser campeón en la categoría luego de 19 años. El anterior en lograrlo había sido Juan María Traverso (quien le entregó la copa de Campeón a Bebu) en 1995 con el modelo 405. Además, la estructura francesa se quedó con los títulos de Equipos y de Marcas.
En cuanto a la competencia, la misma quedó en poder de Facundo Ardusso quien cerró la temporada con una victoria, la segunda del santafesino en 34 presentaciones (la anterior fue en el Callejero de Buenos Aires en 2012). Mariano Werner y Esteban Guerrieri lo acompañaron en el podio puntano.
Corsaonline
EL REY LEÓN
Tras 19 años de no obtener un título, la marca francesa Peugeot se quedó con la corona del STC 2000 de la mano de Néstor "Bebu" Girolami.
Era el gran candidato antes de la 12ª y última fecha de la temporada del Súper TC 2000. Néstor Girolami llegó a la cita en Potrero de los Funes con 24,5 puntos de ventaja con respecto a Leonel Pernía y 27 con Agustín Canapino. De ellos tres salía el nuevo campeón de la especialidad, y dicho privilegio le correspondió al cordobés.
Administrando la diferencia, Bebu evitó entrar en maniobras riesgosas y no opuso resistencia ante el ataque de sus rivales. Por ello no sorprendió que perdiera posiciones en el clasificador. Sabía que tenía un hándicap para utilizar en post del gran objetivo, su primer título en el automovilismo nacional.
Y así “trabajó” las 21 vueltas en el exigente trazado puntano hasta recibir, por fin, la bandera de cuadros que lo convirtió en el nuevo rey del STC 2000. No bien bajó de su Peugeot 408, tras celebrar con su equipo, el de Isla Verde le obsequió el cetro a Falaschi. “Se lo quiero dedicar a Guido quien siempre me acompañó, siempre estuvo a mi lado. Es para él”, dijo el cordobés.
Con el éxito de Girolami, Peugeot volvió a ser campeón en la categoría luego de 19 años. El anterior en lograrlo había sido Juan María Traverso (quien le entregó la copa de Campeón a Bebu) en 1995 con el modelo 405. Además, la estructura francesa se quedó con los títulos de Equipos y de Marcas.
En cuanto a la competencia, la misma quedó en poder de Facundo Ardusso quien cerró la temporada con una victoria, la segunda del santafesino en 34 presentaciones (la anterior fue en el Callejero de Buenos Aires en 2012). Mariano Werner y Esteban Guerrieri lo acompañaron en el podio puntano.
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